Controladores aéreos,  Portada,  Seguridad Aérea

La campaña de José Blanco contra los controladores eleva las bajas por depresión y el nerviosismo en el colectivo: están al límite a nivel psicológico

César Cabo, portavoz de USCA, ha declarado a El Confidencial Digital que: “La campaña de prensa del ministro ha sido un tsunami, no lo entendíamos, no sabíamos si reír o llorar. Estaba claro que José Blanco estaba preparando el terreno para que la opinión pública aceptara el decretazo”.

Esta actitud ha provocado según datos de USCA una serie de efectos negativos en los controladores:

–La concentración en el trabajo ha caído y ha aumentado el nerviosismo. La nueva ley ha desconcertado a los controladores. No saben cuánto van a cobrar este mes ni cuándo serán sus vacaciones.

–Han aumentado las bajas por depresión y el insomnio.

–La profesión está desacreditada.

César Cabo, en una entrevista concedida en exclusiva a ECD, se lamenta de que “no puedo más, apenas duermo, tenemos más turnos, menos tiempo de descanso y tenemos a toda la opinión pública en contra. Nuestra profesión ha quedado desacreditada, sin embargo tenemos una gran responsabilidad”.

Desde USCA se denuncia a este confidencial que “AENA está llevando a cabo una campaña de desgaste y una especia de guerra psicológica como venganza porque durante un tiempo hemos tenido unas condiciones ventajosas”. Las consecuencias según el sindicato son “un clima laboral muy tenso y condiciones muy duras”. César Cabo ha contado a ECD algunos ejemplos concretos sobre la situación laboral de los controladores:

–Los médicos de la empresa pública están permitiendo trabajar a controladores que no están en condiciones porque en estos momentos hay una importante falta de plantilla.

— Una controladora con molestias en los ojos fue calificada por los doctores de AENA como “apta para el trabajo”. Al continuar con las molestias, acudió al médico de la seguridad social que diagnosticó que la empleada padecía conjuntivitis contagiosa. Este caso alertó a los controladores, conscientes de las repercusiones en la seguridad que podría tener un contagio masivo entre los empleados.

— Los servicios médicos han permitido trabajar a empleados que siguen un tratamiento médico incompatible con su labor, por ejemplo, un controlador que toma antiestamínicos.

–Los permisos de lactancia y las guardas legales, que permiten la reducción de jornada laboral por motivos personales como la paternidad, son denegados. César Cabo adelanta que “las controladoras enviarán un escrito al Ministerio de Igualdad ante la imposibilidad de conciliar la vida laboral y familiar”.

Este portavoz critica además que AENA “no quiere que se vea el trabajo de los controladores”:

–“La empresa ha denegado el acceso a una torre de control a un equipo de reporteros del programa Espejo Público de Antena 3”.

–AENA ha establecido un protocolo de visitas inexistente hasta hace pocos meses. Esta nueva regla obliga a avisar con cinco días de antelación sobre las personas que quieran acceder al lugar de trabajo de los controladores. Una vez recibido el aviso AENA debe dar el visto bueno. En el caso de los periodistas en la mayoría de ocasiones la respuesta es negativa.

César Cabo concluye que el objetivo actual de los controladores es lavar su imagen en los distintos medios de comunicación. Los controladores consideran necesario explicarle a la población en qué consiste su trabajo y las razones por las que su salario es superior a la media nacional. Señala que es un colectivo sometido a una fuerte responsabilidad penal y sus errores pueden ser sancionados con multas superiores a los 200.000 euros.

http://www.elconfidencialdigital.com/Articulo.aspx?IdObjeto=24808

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