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¡ Danzad, malditos !


Aena y otros suculentos fangales, pendientes de la pugna PP-PSOE

P5/La Lllave, Expansión, 28/04/2011

El PP y el SOE no sólo se juegan el Gobierno de España a partir de los comicios de mayo. En liza también hay suculentos puestos en la gestión de las empresas públicas o semipúblicas. en las cúpulas directivas de grupos como Red Eléctrica, Enagas, Aena, Adif, Renfe, Loterías del Estado y Paradores se han empezado a encender las alertas. Si el PP llega al poder, no dudarán en colocar a personas afines en la presidencia de las compañías, como hizo el Gobierno de José Luís Rodriguez Zapatero al poco de instarse en la Moncloa. El baile de presidentes empresariales sería el mayor que se ha vivido en ocho años y podría tener efectos imprevisibles en los planes actuales de las compañías. Hay grandes inversiones y proyectos de privatización en el aire.



De confirmarse, el vuelco político que vaticinan los sondeos en las elecciones locales y autonómicas puede provocar un impasse de varios meses en España, hasta la celebración de los comicios generales.
Y no sólo en las decisiones políticas, sino también en los planes empresariales de muchas compañías. En el caso de las privadas, porque, presumiblemente, esperarán a ver cómo se sustancia en lo económico ese eventual cambio de signo político antes de decidir sobre nuevos proyectos.
Y en el de las públicas, porque es lógico pensar que ese viraje afectará a sus cabezas visibles y, en consecuencia, a los planes estratégicos que tienen en marcha. Pese a los grandes procesos privatizadores de la década de los noventa, aún son muchas las empresas que se mueven en la órbita del Estado o están participadas por él, como Aena, Renfe, Loterías, Correos, Paradores, o Adif, lo que anticipa un frenético baile de sillas dentro de unos meses.
Es lo que sucedió cuando Aznar ganó las elecciones de 1996, y lo que volvió a ocurrir ocho años después, cuando Zapatero accedió al poder. Pero lo importante no es qué ocurrirá con los actuales directivos de esas y otras empresas, sino el destino de algunas operaciones importantes, como las anunciadas privatizaciones parciales de Aena y Loterías.
Es de imaginar que el PP, de retornar al Gobierno, continuará por esa senda privatizadora, pero sería deseable que profundizará mucho más en ella, ampliando el abanico a entidades como Renfe o Correos.
Y no sólo con el afán de hacer caja, sino –sobre todo– para mejorar la eficiencia y la calidad de los servicios. Y también para buscar que en el futuro el desarrollo de los planes de esas compañías dependan cada vez menos de los criterios (y los giros) políticos de turno y más de una gestión profesional.



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