AENA niega congestión en Barajas (y en general, la realidad)
Negación (psicología)
La negación es un mecanismo de defensa que consiste en enfrentarse a los conflictos negando su existencia o su relación o relevancia con el sujeto.
Se rechazan aquellos aspectos de la realidad que se consideran desagradables. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o externo negándose a reconocer algunos aspectos dolorosos de la realidad externa o de las experiencias subjetivas que son manifiestos para los demás. El término negación psicótica se emplea cuando hay una total afectación de la capacidad para captar la realidad. Ejemplo: Fumar provoca cáncer, pero la persona lo niega e incluso estima que es favorable para su salud porque le resulta placentero.
AENA niega congestión en Barajas y achaca las cancelaciones «a problemas de Iberia»
20.05.11 – 03:33 –
«No hay congestión en Barajas. Si Iberia anula vuelos es por problemas internos de la compañía, en los que nosotros no entramos». Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) negó ayer la versión ofrecida por la compañía de bandera a EL COMERCIO para justificar la cascada de anulaciones que desde abril se vienen produciendo en la ruta entre Asturias y Madrid y que han afectado ya a cerca de 3.000 pasajeros.
Si el miércoles Iberia achacaba la anulación de vuelos a la congestión del aeropuerto de Madrid, 24 horas más tarde el ente que gestiona la red aérea española se mostraba contundente: «No hay congestión. Se trata de problemas internos de la compañía».
Para defender su versión, Iberia se apoyaba anteayer en un informe de Eurocontrol, en el que se registraban 26 horas de retraso acumuladas en Barajas por «problemas de meteorológicos, de infraestructuras aeroportuarias y la capacidad del espacio aéreo». Una explicación que era aplaudida por la Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo (ACETA).
Sin embargo, AENA apoya su negativa a que el aeropuerto madrileño sea la causa de las anulaciones en el comportamiento de otras compañías «ya que si hubiera congestión en Barajas, otras empresas también tendrían problemas, pero no es así». En el corredor madrileño, tal y como ayer recordaba este periódico, también opera Air Europa, «que no ha tenido incidencias».
De hecho, las cifras parecen sustentar los argumentos del ente aeroportuario. Entre el 1 de abril y el 18 de mayo, Air Europa sólo registró dos cancelaciones. Además, fuentes de la empresa explicaron que se trató de un problema meramente mecánico. En el mismo periodo, la cifra de vuelos anulados por Iberia se eleva a 25. Ninguno por causas mecánicas.
Una prueba más de que la principal empresa española tiene dificultades para cumplir sus compromisos con los clientes se encuentra en los porcentajes de puntualidad. Entre el 1 de abril y el 18 de mayo, Iberia sólo fue puntual en 6 de cada 10 vuelos. En ese mismo periodo de tiempo, Air Europa llegó a su hora en 8 de cada 10 vuelos.
Desde AENA se insistió ayer en el «respeto más absoluto por Iberia», pero el organismo entiende que debe dar una explicación, «ya que no es cierto que haya congestión aérea en Barajas».
Convenio sin firmar
La posición de AENA vuelve a evidenciar que tras la cascada de cancelaciones de Iberia se ocultan los problemas que está teniendo la compañía para firmar el convenio colectivo. A pesar de que desde la empresa se aseguró ayer que «no existe ninguna huelga de celo encubierta», lo cierto es que el acuerdo que parecía inminente a finales de 2010 sigue sin cerrarse.
De hecho, ayer mismo la revista especializada Aviación Digital anunciaba la firma de protocolos entre los pilotos de Iberia, Vueling y Air Nostrum para blindarse ante una posible externalización de vuelos. En la información se explica que la rúbrica del VII Convenio Colectivo de Pilotos de Iberia quedó congelada en enero cuando, sin previo aviso, Iberia decidió ceder a Vueling varias de sus rutas operadas desde y hacia Madrid, operación que calcó con Air Nostrum.
En Asturias también llegó ese reparto de rutas. Air Nostrum, tal y como adelantó EL COMERCIO, ha pasado a operar una de las conexiones vespertinas entre Asturias y Madrid. Eso supone una reducción de billetes a la venta, ya que la compañía valenciana opera, en el mejor de los casos, con un CRJ de 90 plazas, capacidad muy inferior a las 150 que ofrece el Airbus-300 de Iberia.
Con el pacto sellado entre los pilotos, ninguno consentirá que su puesto de trabajo se cubra con un profesional de las otras compañías. Por el momento, no hay ninguna huelga convocada, aunque tampoco fecha para firmar el convenio.
