Controladores aéreos,  Seguridad Aérea

AENA desoyó las directrices de Aviación Civil en el aeropuerto de Asturias

Seguridad Aérea detectó en 2007 fallos de comunicación entre el aeropuerto y La Morgal

La Comisión de Incidentes Aéreos instó a la colocación de un nuevo repetidor solicitado por la torre. El ente, dependiente de Fomento, también recomienda que siempre haya dos controladores, pero en Asturias sólo hay uno

19.06.11 – 02:38 – CHELO TUYA | GIJÓN.

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) detectó, en 2007, fallos de comunicación entre el aeropuerto de Asturias y el aeródromo de La Morgal. Así consta en el informe que el ente dependiente del Ministerio de Fomento, la Comisión de Estudio y Análisis de Incidentes de Tránsito Aéreo (Ceanita), acaba de dar a conocer. En el documento, que también analiza lo sucedido en el tráfico aéreo español entre 2003 y 2007, la comisión recomienda «que se estudie si existen problemas de cobertura de radio en el área de control de Asturias, en las proximidades del aeródromo de La Morgal».
Además, insta a que esos problemas de radio «se solucionen», en respuesta a una petición largamente trasladada desde la torre asturiana. La ‘recomendación’ de la Ceanita fue acatada con la instalación de un equipo repetidor, aunque su funcionamiento está pendiente aún de revisiones. Esa es la única mención que sobre el espacio aéreo asturiano se realiza en todo el informe, donde quedan reflejados 733 expedientes abiertos por otros tantos incidentes en los aeropuertos del país.
Del total, el de Barajas se convierte en el que más casos suma, con un 35% de expedientes abiertos, aunque también destacan los investigadores el crecimiento, por cuarto año consecutivo, del número de incidentes en El Prat. El aeropuerto de Barcelona está presente en el 28% de los casos estudiados.
Orden desobedecida
Pero si la recomendación de mejora de la comunicación entre el aeropuerto y el aeródromo asturiano fue atendida, otra de las peticiones de la Ceanita ha sido claramente desoída. En todo el informe, los técnicos dejan clara la necesidad de incrementar los servicios de control de los diferentes zonas de control aéreo, denominadas TMA, de las que hay 12 en toda España, una de ellas en Asturias.
Para la regional y el resto de TMA -Galicia, Santander, Bilbao, Sevilla, Mallorca, Valencia, Barcelona, Madrid, Zaragoza, Canarias y Almería-, indica el informe que «se recomienda en reiteradas ocasiones, que en todo momento se encuentren en la posición de control el controlador ejecutivo y el controlador planificador», lo que significa que, en cada turno, los expertos en seguridad aérea entienden que debe haber dos personas trabajando. Compartiendo, en ese caso, la posición de otras legislaciones aéreas, como la americana.
Sin embargo, en Asturias, desde enero la torre de control asturiana ha perdido un efectivo -pasando de 10 a 9- lo que se traducido en que, por turno, sólo hay una persona al mando de los controles.
Y eso, a pesar de que el tráfico aéreo asturiano no sólo incluye el aeropuerto, sino La Morgal, los servicios del 112 y de El Musel, además de cualquier vuelo sobre la región hasta 5.000 metros de altura. De hecho los controladores asturianos tienen la mayor carga de trabajo del Norte, al tener un máximo de 12 aviones a la hora. Sus compañeros de Coruña y Vigo, los segundos con mayor volumen, tienen un máximo de 10 aeronaves a la hora, mientras que Bilbao y Santiago la carga baja hasta ocho. A esas cifras, ya en vigor el año pasado, se une el hecho de que, desde la ampliación que de la torre hizo el Ministerio de Fomento, el dispositivo tiene un 60% más de capacidad, con lo que podría gestionar un tráfico de 20 aeronaves por hora.
Doble accidente mortal
Sin embargo, ni la carga anterior ni las posibilidades posteriores han servido para que Fomento refuerce al equipo asturiano. Ahora, en cada turno hay sólo un operador, salvo correlaciones aleatorias del calendario laboral. Una de esas casualidades hizo que dos controladores estuvieran en la torre el pasado 6 de junio, cuando la terminal vivió su jornada más negra. Como ya es sabido, ese día, dos avionetas sufrieron sendos accidentes casi simultáneos, con el resultado de cuatro muertos: dos al colisionar la Cessna en la que viajaban contra un edificio de la terminal y caer al suelo y otros dos al chocar su Cirrus contra el bosque de Bayas.
De momento, se desconocen las causas, aunque la comisión que investiga el accidente ya descartó que tuvieran permiso para aterrizar, además de resaltar que gracias a la acción de la torre se salvaron los otros dos ocupantes de la tercera avioneta que viajaba con las dos siniestradas.
Además de evitar un tercer siniestro, los controladores lograron que el aeropuerto asturiano se abriera de nuevo al tráfico a las pocas horas del accidente y llegaron a atender hasta 300 notificaciones a la hora. Una casualidad del calendario quiso que estuvieran dos profesionales trabajando. Si no fuera por esa aleatoriedad, con el recorte de personal el 6 de junio sólo habría tenido que estar estar trabajando uno.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies