Los grupos que pujan por Barajas y El Prat se plantean no presentar ofertas
A. Polo / M. Á. Gavira. 11-01-2012
Fraport ha abierto la caja de los truenos. El poderoso gestor del aeropuerto de Fráncfort anunció el pasado viernes su intención de abandonar el consorcio formado con Acciona para acudir a la privatización del 90% de los aeropuertos de Madrid-Barajas y El Prat de Barcelona, alegando “la difícil situación financiera de los mercados”.
El motivo esgrimido es compartido por una mayoría de los grupos de empresas que el pasado mes de septiembre salvaron la criba realizada por la dirección Aena. De hecho, fuentes de algunos consorcios consultadas han reconocido que no presentarán ninguna oferta en firme el 31 de enero, fecha en la que estaba previsto cerrar la licitación oficialmente tras la prórroga de tres meses fijada.
Entre otras razones porque las condiciones de los mercados se han endurecido en los últimos meses de 2011 y algunos consorcios, como el de Acciona, todavía no han resuelto la financiación de una inversión cuyo retorno sigue siendo una incógnita.
Además, algunos de los consorcios consultados se muestran convencidos de que el nuevo Gobierno modificará o cancelará el concurso convocado en julio pasado por la dirección de Aena para “hacerlo a su manera y forma”, tal y como ha manifestado en distintas ocasiones.
Mismo barco, distinto camino
Pero a diferencia de Fraport, ninguno de los grupos constructores españoles seguirá el camino tomado por el gestor aeroportuario alemán, entre otras razones porque quedarían en evidencia ante el Ministerio de Fomento del que en gran medida depende su actividad económica doméstica.
Las razones “sotto voce” para no concursar a finales de enero son las mismas que las esgrimidas hace meses: las cuentas no salen con las condiciones impuestas en los pliegos por Aena, que entre otros aspectos exige el desembolso inicial de 3.700 millones de euros por el aeropuerto de Barajas y de 1.600 millones por El Prat, además de un canon anual equivalente al 20% de los ingresos obtenidos. Según cálculos estimativos, sólo por este concepto Aena ingresaría este año 150 millones por el aeropuerto de Madrid-Barajas y 80 millones por el de Barcelona.
Para la ministra de Fomento, Ana Pastor, se trata del tema más urgente que tiene sobre su mesa, junto a la concesión de créditos a las deficitarias autopistas radiales. De hecho, ya ha mantenido consultas con representantes de las empresas españolas implicadas para conocer su opinión.
Decisión en breve
El nuevo secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Rafael Catalá, reconoció ayer que el Gobierno adoptará una decisión sobre “cuál es el modelo aeroportuario más adecuado en los próximos días”, aunque no detalló si el próximo Consejo de Ministros abordará el espinoso tema. También dijo que el ministerio no ha decidido aún si continúa con el formato de concurso actual, o bien “se rediseña” para introducir modificaciones que podrían estar ligadas a la inclusión de aeropuertos deficitarios.
Los consorcios que aspiran a gestionar en régimen de concesión cada aeropuerto durante un periodo de 20 años, más cinco adicionales, son Ferrovial, que se ha aliado con el fondo canadiense CPP y el fondo australiano IFM.
Abertis concurre con el fondo canadiense Borealis y una filial de Axa (Ibervías). Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), por su parte, va de la mano de Siemens y del gestor del aeropuerto de Singapur, Changi Airports; mientras Acciona camina en solitario tras el abandono de la alemana Fraport. Igualmente concurren a la licitación la constructora San José, sin experiencia en la gestión de aeropuertos, y que sólo pujará por Barajas, el gestor francés Aéroports de Paris, y el fondo de infraestructuras indio GMR.