Aena planea una reducción drástica de los descansos de los controladores

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Aena planea una reducción drástica de los descansos de los controladores

– 18/01/2010 13:01h

José Blanco, no sólo quiere rebajar los sueldos de los controladores. También quiere restarles poder en la operativa. “En la propuesta que se les ha presentado hay una batería de medidas para recuperar la capacidad de organización de los recursos humanos”, admiten fuentes de Aena, que negocia estos días con el colectivo la renovación de un convenio bloqueado desde hace cinco años. Según ha podido saber El Confidencial, entre las iniciativas planteadas se encuentra la reducción de los descansos diurnos a un 25% de las horas de servicio, desde el 33% actual. De cada seis horas laborables, ahora se descansan dos. Con la nueva propuesta, sólo se pararía una hora y media.

Una medida que entre muchos controladores escuece más si cabe que la pretendida rebaja salarial. “La intención es homologar los descansos al resto de países europeos”, defienden fuentes de Aena, que también quiere una acometer una reducción similar en los descansos nocturnos, que actualmente suponen el 50% de las horas de servicio. En el documento que ha hecho llegar a la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Aena recoge igualmente que los turnos no se elaboren con tres meses de plazo, como hasta ahora, sino con 30 días. “La planificación con 90 días supone una antelación excesiva. Con un mes es más que suficiente para que se conozcan los turnos”, explican estas fuentes.

Aena quiere también controlar los registros de grabación automática de voz en las torres. Una cuestión sensible para los controladores y que puede hacer que la negociación encalle. “Hoy la empresa no puede pedir esas grabaciones salvo en casos tasados. Lo que queremos es que la Dirección General de Aviación Civil pueda solicitar las cintas siempre que lo considere conveniente”, confirman fuentes de Aena. Una posibilidad por la que los controladores difícilmente pasarán. Según el convenio colectivo en vigor, esas cintas sólo se pueden “retirar o escuchar” cuando exista reclamación oficial de jueces u organismos aeronáuticos, cuando se haya abierto un expediente disciplinario a un controlador, cuando éste lo solicite por un posible incidente o ante procesos de mejora de calidad.

Los controladores se sienten hoy cubiertos ya que, si hay algún problema, una comisión con representación sindical lo analiza. Temen el uso que se pueda hacer de esas cintas si se abre el acceso. El convenio estipula que “de la lectura de los registros de grabación no podrá deducirse en ningún caso acción disciplinaria alguna”, al tiempo que su retirada no “podrá realizarse sin autorización escrita del jefe de supervisión, jefe de instrucción-supervisión  o jefe de torre (…), que llevarán un libro de registro de solicitudes donde figuren los motivos y lecturas efectuadas”. El representante de USCA sí tiene libre acceso al libro de registro, si bien las grabaciones “no constituyen medio prueba” a los efectos del convenio. Aena quiere suprimir todo el artículo del convenio en que se regula la cuestión de las cintas.

Formación de ‘torreros’

Del mismo modo, inquieta entre los controladores la intención de Aena, entidad pública empresarial adscrita al Ministerio de Fomento, de crear lo que vienen a denominar controladores low cost, quienes con menor formación puedan operar aeropuertos de menos de 165 movimientos diarios. “En la Escuela se pasan 15 meses. Esta figura suprime la formación de aproximación y ruta, y ofrecerá sólo la aeroportuaria. Los convierte en torreros. Es una formación de sólo nueve meses y no les da conocimientos completos”, aseguran fuentes del sector.

Una reflexión que desde Aena se matiza. “La formación básica es la misma. Sólo que en estos casos será más específica. No es lo mismo estar en la torre de Barajas que en la de La Gomera. También llevará un salario acorde y categorías”, subrayan. De los 48 aeropuertos que integran la red de Aena, sólo 15 superaron en 2008 las 50.000 operaciones anuales.

Y es que el salario está en el centro de los objetivos de José Blanco. Con el nuevo convenio, Fomento quiere reducir los costes de navegación aérea para, a su vez, poder rebajar las tasas que cobra Aena, las más altas de Europa. Según sus estimaciones, el sueldo de los controladores supone el 70% de esas cargas. “La propuesta de convenio busca rebajar en 200 millones los costes de navegación e introducir medidas para mejorar la productividad”, exponen fuentes de Aena. Sin embargo, las cuentas de los controladores no coinciden con las de Blanco y alguno sotto voce advierte de que el problema está en el mecanismo utilizado por Aena, dividida en un área de navegación y otra de aeropuertos, para imputar las diferentes tasas de navegación aérea. Una fórmula que les deja a los pies de los caballos.

Las aerolíneas afrontan tres tipos de tasas: por ruta, aproximación y aeropuerto. La primera se paga por sobrevolar territorio español. La segunda y tercera afectan al aterrizaje, y tocan tanto a los controladores como al uso del aeródromo. Según las tarifas 2010 aprobadas por Aena, la última tasa está incluida, desde el punto de vista contable, en la división de aeropuertos y no en la de navegación, una decisión que distorsiona las cuentas. “Se presta un servicio de control de tráfico obligatorio y genera una tasa. Debería ir a navegación, aunque se descontara un porcentaje por el uso de la infraestructura”, asegura un controlador, bajo condición del anonimato. “Si esa tasa se imputara bien, se podrían reducir la tasa de ruta y llevarla a niveles europeas. El sueldo de los controladores es una cortina de humo”, zanja.