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«Los controladores nunca hemos estado de huelga ‘encubierta’»

25.07.10 – 03:07 – GORKA ASCORBEBEITIA

Zamit declara que las bajas simultáneas se deben a la «gran carga de trabajo» a la que están sometidos los vigilantes del cielo
Daniel Zamit Portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos.
Los controladores aéreos han vuelto a demostrar que la ‘guerra’ con el Ministerio de Fomento por las condiciones del sector, uno de los mejor pagados de España, sigue en pie y que amenaza con recrudecerse este verano. «Es todo una campaña de desprestigio contra nosotros», dice Daniel Zamit (Madrid, 1966), portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), que niega que sus compañeros hayan llevado a cabo esta semana una ‘huelga encubierta’ al ponerse de baja de forma simultánea. Defiende que todo se trata de una maniobra del Gobierno, que «quiere preparar a la opinión pública para privatizarnos». El Ejecutivo dio el viernes el primer paso y aprobó en Consejo de Ministros la entrada de operadores privados en las torres de control.
-Ha sido una semana con un sorprendente número de bajas simultáneas entre los controladores, que han puesto en jaque el tráfico aéreo en buena parte del país. ¿Se debe, como dicen, al estrés?
-La verdad es que no, el estrés va con el oficio y nunca hemos llegado a esta situación. Desde febrero arrastramos un endurecimiento muy fuerte de las condiciones de trabajo. Ahora tenemos más días de servicio, nos han reducido el descanso entre turnos y hay menos controladores, por lo que cada uno de nosotros asumimos una mayor carga de trabajo.
-¿Es ése el origen de las bajas masivas?
-En contra de lo que se ha dicho, no ha habido retrasos el pasado fin de semana y tampoco los hubo a principios de julio. Estamos sacando el trabajo adelante a costa de nuestra salud. No entendíamos a qué se debía esta nueva campaña en nuestra contra hasta que hemos visto los planes para privatizar el control aéreo.
-El Gobierno aprobó este mismo viernes la entrada de operadores privados a las torres de control.
-Sí, y ahora se ve que lo ocurrido no ha sido gratuito. Fomento ha tratado de crear animadversión hacia nuestro colectivo para justificar la privatización de un servicio público. Se ha producido una manipulación grosera de la opinión general para no hablar de lo que realmente es importante.
-Los controladores son un colectivo muy caro. Quizá Aena hace cuentas y ve que sale más rentable contratarlo fuera.
-Ahora mismo Aena tiene 12.000 millones de deuda, que no hemos generado nosotros. Los salarios de los controladores en España no llegan a los 500 millones de euros en total, por lo que nosotros somos una parte ínfima de sus problemas. Hay muchos aeropuertos que no son rentables y eso genera pérdidas cada año. Ahí está el problema.
-Fomento insiste en que se ha desarrollado una ‘huelga encubierta’, dado el gran número de bajas simultáneas.
-En esas supuestas bajas computan a madres con permisos de maternidad o controladores con reducción de jornada. Están considerando como absentistas a trabajadores a los que la propia empresa ha permitido librar. El número de bajas reales no ha sido tan alto.
-Hubo días en los que faltó el 46% de los controladores en el aeropuerto de El Prat de Barcelona. ¿No le parece una cantidad desmedida para ser casual?
-En el aeropuerto de Barcelona trabajan 300 personas, el número de bajas no superó las 20, con lo que no llega ni al 10%. Lo que pasa es que Fomento mezcla toda la plantilla con turnos puntuales.
-Entonces, ¿niegan las acusaciones del ministro Blanco?
-Rotundamente. No estamos en huelga de celo ni lo hemos estado nunca.
«Mazazo para la economía»
-¿Ven imposible llegar a algún acuerdo con Aena?
-Es extraño, porque durante la última semana habíamos avanzado en las negociaciones más que en los últimos cinco años y de repente empezó esta campaña contra nosotros. Ahora ya sabemos a qué se debe.
-Ustedes hablaban de acoso psicológico, ¿tan fuerte ha sido?
-Nos están apretando las tuercas al máximo para que vayamos a la huelga. Pero han mordido en hueso, porque hemos sido los suficientemente responsables como para, vista la situación del país, no dejar de trabajar. Somos conscientes de que sería un mazazo para la economía.
-¿Ven viable que los controladores militares les sustituyan, como ha empezado a sugerir el Gobierno ante las reiteradas protestas de su colectivo?
-No podrían ponerlos de la noche a la mañana, deberían tener la misma formación que cualquier controlador nuevo en un destino diferente al suyo. Hay que tener en cuenta que cada aeropuerto es distinto.
-Si se llevara adelante este plan, ¿llegarían a tiempo para la campaña de verano?
-Necesitarían al menos dos o tres meses para ponerse a trabajar. Y en cualquier caso sería desvestir un santo para vestir otro, porque esa gente está controlando ahora el tráfico de las bases militares. ¿Quién les sustituiría a ellos?
-En resumen. ¿Qué necesitan para que la normalidad vuelva a los aeropuertos?
-Necesitamos que entre más gente de servicio en cada turno, ahora mismo estamos demasiado saturados. Una solución rápida para traer más personal a las torres sería anular las prejubilaciones a los 57 años que estableció la ley de febrero. Esa gente está preparada para trabajar y muchos de ellos fueron retirados en contra de su voluntad.
«Bien remunerados»
-Hasta febrero, el suyo era un colectivo con un convenio que sólo tenía 1.200 horas de trabajo anuales, ¿no le parecen pocas para sus elevadísimos sueldos?
-Ésa es más o menos la media europea para controladores aéreos. En algunos países como Alemania hacen 1.350, pero más de cien son de formación, por lo que, en realidad, están en cantidades similares a nosotros. Es verdad que somos un colectivo bien remunerado pero se debe, sobre todo, a las condiciones de trabajo, porque nos puede tocar venir en fines de semana, festivos y en cualquier momento del día o de la noche.
-De eso sí que no se pueden quejar, sus sueldos no son precisamente bajos…
-Nuestro salario se sitúa en la media europea, ni más ni menos. Otra cosa es que dada la carencia de personal que tenemos, la gente ha hecho muchísimas horas extraordinarias. Pero eso no es imputable a nosotros, Aena debería haber formado a más controladores. Llegamos a exigir por escrito que se contratara a más gente.
-El ministro de Fomento dijo que hubo quien se llegó a embolsar 900.000 euros en un año de trabajo, ¿no le parece una cantidad desmesurada?
-Esas cifras las tiene Aena y podrían ser ciertas. Ahora bien, para ganar esa cantidad, un controlador debería trabajar 365 días al año. Quizás se haya dado el caso, pero es una clara imprudencia por parte del trabajador y, más aún, de la empresa. La sociedad pública es la responsable de la seguridad y una situación así es muy peligrosa. Nosotros hemos solicitado inspecciones de trabajo para que se revisen ese tipo de casos y, sin embargo, no se hizo nada al respecto.

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