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Las aerolíneas temieron un cierre del espacio aéreo por el conflicto con los controladores

Daniel Toledo. Cotizalia.  19/10/2010

Viernes. Media tarde. La Asociación de Línea Aéreas (ALA) no sabe cómo puede terminar la nueva batalla abierta entre el gestor aeroportuario (Aena) y los controladores. Y advierte a los suyos de lo peor en una misiva a la que ha tenido acceso El Confidencial. “Durante las últimas horas se están produciendo alteraciones en el Control Áereo Español, como consecuencia del conflicto entre Aena y los controladores. Según nuestras informaciones se ha desencadenado un movimiento del colectivo que incluso podría dar lugar a la paralización del espacio aéreo”, reza la carta firmada por Juan Luis Burgué, gerente de la asociación.

Por la mañana, Aena había intentado realizar una auditoría de calidad en el Centro de Control de Torrejón a través de Ingeniería y Economía del Transporte (Ineco), sociedad dependiente del Ministerio de Fomento. La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), que agrupa al 97% del colectivo, entiende que la auditoría “está fuera de los protocolos” de la empresa y que se trata de una misión de “comisariado político”, una provocación. Controladores y gestor aeroportuario se intercambian el mismo reproche: querer cerrar el espacio aéreo de Madrid. Las aerolíneas, que sufren los daños colaterales de conflicto que dura ya meses, se lamentan.

“Nuestras fuentes en la Dirección General de Navegación Aérea son pesimistas, y el Ministerio de Fomento está abordando las medidas que puedan permitir el control de la situación. Lamentablemente no tenemos una idea clara de cómo se desarrollarán los acontecimientos”, subraya la comunicación, en tono apremiante. También estaba entre los destinatarios el presidente de ALA, Pablo Olmeda. La asociación representa a más del 70% del volumen de negocio que se genera en el mercado español y agrupa a la mayoría de las compañías regulares que operan en España, tanto nacionales como internacionales.

La incertidumbre por el conflicto que afecta al control aéreo no es el único factor de enfado que tienen las aerolíneas. Apenas un día antes, ALA se quejaba de la subida en un 4,8% de las tasas aeroportuarias para 2011, a pesar de que Fomento había vendido que la rebaja de los salarios de los controladores supondría una reducción de los costes del sistema. “Si tenemos en cuenta que las tasas de navegación se han reducido un 7,8%, como consecuencia de las nuevas condiciones aplicadas a los controladores aéreos, debemos constatar que los incrementos relativos sobre las tasas aeroportuarias han sido aún mayores”, constata ALA. Aena separa el área de navegación y la de aeropuertos para imputar las diferentes tasas.

Además, la nueva estructura tarifaria hace que se paguen tasas más elevadas en los aeropuertos grandes, precisamente los que han requerido mayores inversiones. Una medida que afecta sobre todo a las compañías internacionales, que no pueden compensar el coste más elevado de sus operaciones en Madrid y Barcelona con las que efectúan en aeródromos más pequeños y subvencionados. La cuestión no es baladí. La comisión de turismo del Bundestag alemán, de visita en Mallorca, alertaba este fin de semana sobre los peligro de la subida de tasas. “Hay que tener mucho cuidado con elevar las tarifas en el aeropuerto de Palma (…) Los visitantes pueden cambiar sus planes de forma espontánea y elegir otros sitios como Malta, Grecia o Turquía”, advertía su presidente, el democristiano Klaus Brähmig.

Ineficiencias en la última auditoria

La auditoría en cuestión, aplazada finalmente para esta semana, no será la primera que se lleva a cabo en este ejercicio. La última, realizada entre el 21 de junio y el 2 de julio de 2010, revela diversas ineficiencias en torno a la operativa de control. El documento, al que ha tenido acceso este diario, avanza diferentes oportunidades de mejora. Por ejemplo, se aboga por fijar distintos tiempos de rodaje hasta la cabecera de pista según los puestos de estacionamiento. Una medida que optimizaría las puestas en marcha de las aeronaves. Es el denominado taxi time, que actualmente se establece utilizando tiempos estándar para todos los aviones.

Del mismo modo, se insiste en la necesidad de reducir los tiempos de separación entre vuelos. “El Centro de Control de Madrid solicitó con bastante frecuencia el aumento de separaciones entre despegues, lo que no permitió absorber todo el tráfico previsto durante determinados intervalos”, refleja la auditoría. Los controladores achacan esta situación a la falta de plantilla. “Hay que reducir el número de aviones por unidad de tiempo y controlador. No hay otra forma de manejar la carga de trabajo manteniendo la seguridad”, expone un profesional.

El informe también pide repartir los despegues por las dos pistas de la Torre Norte de forma equitativa. “Actualmente, la asignación de la pista de despegue está basada principalmente en criterios geográficos según el destino. (…) Durante el estudio se observó que, en la mayoría de las ocasiones, una de las pistas estaba saturada con varias aeronaves en cola para efectuar el despegue mientras que la otra apenas registraba tráfico”, subraya el documento. Por su parte, los controladores se quejan en las notas de auditoría de la mala gestión por parte de Aena de los slots –franja horaria asignada a la compañía para el despegue-, lo que provoca saturaciones en las salidas.

http://www.cotizalia.com/en-exclusiva/aerolineas-temieron-cierre-espacio-aereo-conflicto-20101018-59677.html

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